1)La regla de los tercios
Muy simple pero con un tremendo poder en la forma en que visualizamos la foto. Consiste en dividir la imagen, mentalmente, en 9 partes iguales (mediante 2 líneas paralelas horizontales y otras 2 verticales) y a continuación colocar el sujeto en algún punto de intersección de las líneas.
Como puedes ver, el fotógrafo ha colocado al pájaro en el punto de intersección de la parte inferior izquierda del encuadre.
Cualquier otro punto de intersección nos hubiera valido igualmente.
Esto en fotografía se llama puntos fuertes. Son puntos que atraen especialmente la atención y le otorgan al sujeto mayor interés y protagonismo.
2)La ley del horizonte
Útil a la hora de fotografiar paisajes. Cuando estés componiendo una foto, antes de disparar imagina 2 líneas horizontales paralelas dividiendo la foto en 3 partes iguales. Esto es aplicable en ambos modos horizontal o vertical.
Si lo que quieres que tenga especial interés es el cielo, ubica el horizonte en la línea inferior. Si por el contrario quieres otorgarle mayor importancia al paisaje terrestre, coloca el horizonte en la segunda línea, la superior.
3)Explorar nuevos ángulos
Experimenta la fotografía disparando con tu cámara desde ángulos atrevidos y poco usuales. Por ejemplo hazte una foto a ti mismo en el retrovisor del coche (sólo cuando no seas tú el conductor, por favor) o captura la imagen de algún edificio histórico reflejada en un charco de agua.
4) la profundidad de campo es la zona de la imagen que está nítida o bien enfocada, en contraste con otras zonas de menor enfoque.
Como bien sabes, en cualquier encuadre el objetivo puede enfocar únicamente un punto, no varios. Eso sí, ese punto enfocado puede ser ámplio o reducido, según nosotros queramos y según nos permitan las capacidades de nuestro objetivo.
La zona de la imágen que aparecerá nítida y estará bien enfocada determinará nuestra profundidad de campo.
Para explicar mejor este concepto te he preparado un pequeño gráfico, muy simple y fácil de entender.
4)Dispaarar en Raw
Haz todas tus fotos en RAW. Este formato preserva todos los elementos de la foto (colores, luz, sombras, saturación) y permite, mediante un procesamiento posterior, moverlos a nuestro antojo. Realizar una foto en JPG produce una foto final en la que no tendríamos más margen de modificación. (Más sobre las ventajas e inconvenientes de disparar en RAW, aquí).
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5)La simplicidad
En composición fotográfica, la mayor parte de las veces, menos es más. Esto significa que debemos evitar registrar en la foto todos aquellos elementos que desvíen la atención del mensaje que queramos dar.
Para llevar a cabo la regla de la simplicidad se aconseja utilizar fondos sencillos, elegir la parte del motivo que queramos tomar o su totalidad si es necesaria y evitar que los motivos que no estén relacionados con el tema principal de la imagen compitan entre ellos.