La primera fotografía de la historia está borrosa, desenfocada y apenas se distingue lo que aparece en ella. Su valor estético es casi nulo, pero es indudable que marcó un antes y un después en la forma en la que percibimos nuestro mundo.
Esa primera foto se tomó en1826 y su autor fue el francés Joseph Nicéphore Niépce El título es “Punto de vista desde la ventana de Le Gras”. La capturó desde su despacho con una cámara oscura y necesitó ocho horas de exposición.
Para ello utilizó una placa con un tamaño de 20 x 25 cm. Era de peltre, un material resultado de una aleación de estaño, cobre, antimonio y plomo, que después trató con betún de Judea.
Actualmente se conserva en la Universidad de Texas, en Estados Unidos, publica la revista Quo en su edición de marzo 2014.
Esta imagen fue la chispa que en siglo XX detonó toda una industria, la cual tuvo que adaptarse o morir ante la era digital, y el mejor ejemplo al respecto es Kodak.
Durante años, Niépce experimentó con distintos soportes que colocaba en una cámara oscura, hasta que consiguió fijar la imagen con una solución de betún de Judea, una especie de alquitrán natural.
Louis-Jaques Mandé Daguerre trabajó con Niépce y posteriormente, a su muerte, continuó con el trabajo e inventó el daguerrotipo, procedimiento más práctico, pues capturaba las imágenes con sólo minutos de exposición.
Posteriormente, George Eastman haría los experimentos que derivarían en la invención del rollo fotográfico. Ya en 1888 el inventor fundaría Kodak, que se convertiría en un ícono de la industria a nivel mundial.